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La Trova es uno de los primeros y más
notables brotes de la identidad cultural cubana. El trovador y los que se miran
en él, necesitan explicarse la vida, inventarse la mejor canción de amor y
asegurarse de tres a cuatro verdades, sobre todo en estos tiempos.
En Cuba el
arte de la canción trovadoresca, aún sin todo el afecto que merece, tiene
mejores perspectivas que hace algunos años. Porque somos más conscientes de su
valor, y motivados por el talento de algunos jóvenes puertopadrenses que
merecen tener más información y habilidades para continuar el legado de Silvio,
Pablo, Noel entre otros, decidimos
proponerle a la dirección de cultura el siguiente proyecto:
Consistirá
en un taller donde se mezcle la práctica de la guitarra popular, instrumento que
ha acompañado a los trovadores desde sus inicios, basándonos en los aportes de
la trova tradicional y de los fundadores del movimiento de la nueva canción en
Cuba, y ejercicios de apreciación literaria, con el fin de analizar, comprender y someter a
criterio de los participantes los textos de las canciones.
La
musicalización de poemas sobre todo de escritores locales, constituirá uno de
los objetivos a lograr en dicho taller.
Los
cancioneros publicados por distintas editoriales del país, así como materiales discográficos producidos
por el Centro Pablo de la
Torriente servirán como referencia.
